
Como en Babilonia y en América, en Egipto las pirámides mides eran templos erigidos a la gloria de un dios, templos para complejos rituales de muerte y de nacimiento, y al tiempo monumentos al conocimiento de un pueblo mucho menos ignorantes de lo que los historiadores creían. Hasta los arqueólogos más irracionalmente racionalistas se han rendido a la evidencia : en sus medidas esta reflejado el conocimiento matemático y astronómico de una ciencia incomprensible hace seis o siete mil años atrás.

Estamos, pues, frente a algo más que una tumba. En esa montaña formada por dos millones seiscientos mil bloques de piedra, acarreados y ensamblados quien sabe como, con un volumen total de más de dos millones y medio de metros cúbicos y un peso superior a los siete millones de toneladas, la Gran Pirámide es un templo religioso y científico y tal vez, sea también una tumba.